Las condiciones clínicas del Santo Padre, en su criticidad, muestran una leve mejoría.
Incluso en el día de hoy no se han producido episodios de crisis respiratorias asmáticas; algunos exámenes de laboratorio han mejorado.
La monitorización de la leve insuficiencia renal no suscita preocupación. Continúa la oxigenoterapia, aunque con flujos y porcentajes de oxígeno ligeramente reducidos.
Los médicos, considerando la complejidad del cuadro clínico, por precaución aún no han levantado el pronóstico. Por la mañana recibió la Eucaristía, mientras que por la tarde reanudó su actividad laboral.
Por la noche llamó al párroco de la parroquia de Gaza para expresarle su paternal cercanía. El papa Francisco da las gracias a todo el pueblo de Dios que en estos días se ha reunido para rezar por su salud.