Las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables.
Ha alternado la ventilación mecánica no invasiva con largos períodos de oxigenoterapia a altos flujos, manteniendo siempre una buena respuesta al intercambio de gases.
El Santo Padre está apirético y no presenta leucocitosis.
Los parámetros hemodinámicos se han mantenido estables; ha seguido alimentándose y ha realizado regularmente fisioterapia respiratoria, colaborando activamente.
No ha presentado episodios de broncoespasmo.
El Santo Padre está siempre alerta y orientado. Por la tarde recibió la Eucaristía, y luego se dedicó a la oración.
El pronóstico sigue siendo reservado.