Las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables, confirmando los progresos observados en la última semana.
Continúa la oxigenoterapia a altos flujos, reduciendo progresivamente la necesidad de ventilación mecánica no invasiva durante las horas nocturnas.
El Santo Padre sigue necesitando terapia médica hospitalaria, fisioterapia motora y respiratoria; estas terapias, en su estado actual, registran nuevas y graduales mejorías.