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Esta mañana, poco antes de las 12:00, al término de las audiencias, el Papa León XIV se reunió con los aproximadamente 310 niños y jóvenes que participan en el Centro de Verano «Estate Ragazzi in Vaticano» en la Aula Pablo VI. Poco después de las 11:00, se unieron a ellos otros 300 niños y jóvenes procedentes de Ucrania, acogidos durante el verano por Caritas Italiana.

Recibido por los animadores del centro recreativo de verano, el Papa conversó con los niños y respondió a algunas preguntas. El Papa León habló de su infancia, de su participación en la misa, donde se encontraba con otros niños, otros amigos, pero sobre todo del lugar donde encontraba a «su mejor amigo, Jesús».

Habló de la diversidad y la acogida, dirigiendo primero unas palabras de bienvenida en inglés a los niños ucranianos y añadiendo que «es importante respetarnos, no detenerse en las diferencias, sino construir puentes, amistad, todos podemos ser amigos, hermanos, hermanas». Y, respondiendo a una pregunta sobre la guerra, explicó que, incluso desde pequeños, es necesario aprender a ser constructores de paz y amistad, no entrar en guerras y batallas, nunca promover el odio y la envidia:

«Jesús nos llama a ser todos amigos» porque es importante «aprender desde pequeños a respetarnos mutuamente, a ver en el otro a alguien como yo».

Los niños y jóvenes le llevaron al Papa regalos, algunos objetos hechos por ellos durante el centro de verano y gadgets del Estate Ragazzi, así como dibujos y obras de niños y jóvenes ucranianos.

Al final, después de hacerse fotos juntos, el Papa León invitó a todos a rezar juntos el Ave María y bendijo a los presentes.